"El Enanito Curioso".

La hija del rey estaba enferma, y su madrina había dicho que sólo se curaría si comía una rica manzana procedente del huerto de tres hermanos huérfanos.
El rey prometió la mano de su hija a quien lograra salvarla, y tres hermanos que tenían un hermoso manzano en su huerto se enteraron de la noticia.
--¿Por qué no probamos? -dijo el hermano menor-. Nosotros somos huérfanos y tenemos un manzano.
--Yo iré -dijo el hermano mayor.
Tomó las más hermosas manzanas del árbol, las metió en una cesta y se dirigió al palacio del rey.
Por el camino se encontró con un enano que le preguntó:
--¡Qué llevas en esa cesta, muchacho?
--¡Patas de rana ! -contestó el joven de mal humor.
--Que sea como tú dices -dijo el enano.
Cuando el hermano mayor llegó a palacio y abrió la cesta ante el rey y la princesa, de su interior saltó un montón de ranas dando brincos.
--¡Echad de aquí a este insolente! -ordenó el rey, y los guardias sacaron a empujones al muchacho.
Unos días después decidió probar suerte el segundo hermano.
Como el mayor, se encontró con el enano, que le preguntó:
--¿Qué llevas en esa cesta, muchacho?
--Ratones -contestó el segundo hermano.
--Que sea como tú dices -dijo entonces el enanito.
Cuando el muchacho abrió su cesta ante el rey y la princesa, salieron de ella varios ratones, que empezaron a corretear por todas partes.
Naturalmente, el segundo hermano fue echado de palacio sin contemplaciones.
Aunque sólo quedaba una manzana en el árbol, el hermano menor decidió probar suerte.
La tomó, la metió en una cesta y se dirigió hacia palacio.
--¿Qué llevas en esa cesta, muchacho? -le preguntó el mismo enano a él también.
--Una manzana con la que espero curar a la princesa -contestó muy gentil el joven.
--Que sea como tú dices -dijo el enano.
El hermano menor se presentó ante el rey, que le advirtió severamente.
--Si intentas burlarte de nosotros, como tus hermanos, serás castigado severamente.
--Sólo pretendo ofrecer esta manzana a la princesa -dijo el muchacho sacándola de la cesta.
La princesa probó la manzana e inmediatamente se puso a dar saltos de alegría, completamente curada.
El hermano menor se casó con ella y vivieron felices muchos años.

Hermanos Grimm.

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